Los acantilados de Vixía de Herbeira son, precisamente, uno de los más altos de la Europa continental. Situados en la sierra de la Capelada, entre los municipios coruñeses de Cedeira y Cariño, poseen una altura de 613 metros sobre el nivel del mar. Las vistas que se obtienen desde aquí del océano Atlántico son incomparables.
Muy cerca del anterior, Cabo Ortegal es uno de los acantilados de Galicia más conocidos y visitados. A sus pies confluyen el Atlántico y el Cantábrico en una sucesión de formaciones rocosas con millones de años de antigüedad. La profusión de colores entre el azul del mar, el granito negro y el verde de la naturaleza conforman un paisaje único.
Los acantilados de Loiba se hallan en el municipio coruñés de Ortigueira. La altura de este acantilado sobre el nivel del mar varía entre los 80 y los 160 metros. El paisaje agreste del entorno y sus impresionantes vistas lo convierten en un lugar muy visitado. De hecho, aquí se encuentra el mejor banco del mundo para disfrutar de unas vistas incomparables.
La Punta Fuciño do Porco es uno de los acantilados de Galicia más espectaculares en la Mariña lucense. Su nombre, hocico de cerdo, procede de la forma que tiene el cabo cuando se divisa desde el mar. Toda la zona de acantilados se puede recorrer fácilmente gracias a las pasarelas de madera que circundan el cabo.
También en la comarca de la Mariña lucense, los acantilados de Papel poseen una altura sobre el nivel del mar de 40 metros. El nombre de estos acantilados tiene que ver con la apariencia de los mismos, ya que forman una serie de pliegues semejantes a los del papel.
El Cabo Touriñán es el punto más occidental de toda la España peninsular. Situado en el municipio coruñés de Muxía, todo el litoral que bordea este cabo es abrupto y accidentado. Sus acantilados son de larga pendiente desde los que se puede observar cómo las diferentes lenguas de tierra del cabo se adentran en el mar.
El emblemático monte Pindo ofrece una interesante curiosidad dentro de los acantilados de Galicia. Se trata del acantilado no marino más alto de la Europa continental. Con sus 627 metros de altura, desde lo más alto se divisa una maravillosa panorámica de la Costa da Morte, la Fervenza do Ézaro y la desembocadura del río Xallás.
Hemos dejado para el final a Finisterre, el acantilado del fin del mundo (en la época romana se creía que este lugar era el fin del mundo conocido). Los acantilados que rodean a este cabo tienen una altura que oscila entre los 200 y los 250 metros de altura sobre el nivel del mar.