Navarra es una región de grandes contrastes. Aquí podrás disfrutar desde un paisaje de montaña exuberante con los Pirineos navarros hasta un paraje semidesértico como las Bardenas Reales. Todo ello aderezado con una sucesión de pueblos de Navarra con gran interés artístico, histórico y cultural.
Una región en la que no existen las grandes distancias, por lo que podrás planificar más fácilmente tu ruta. En un corto espacio de tiempo, tendrás a tu alcance numerosos pueblos con encanto y una gran diversidad de paisajes y lugares. La riqueza turística de un destino como Navarra es realmente única.
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Es difícil destacar cuáles son los pueblos de Navarra más bonitos, pero al menos sí aquellos que merecen una visita imprescindible. Zugarramurdi, Olite, Puente la Reina, Estella y Roncesvalles son los que escogemos por múltiples razones. Nos acercamos un poco a ellos en las siguientes líneas.
Zugarramurdi, el pueblo de las cuevas
Situado en el corazón de los Pirineos Atlánticos, Zugarramurdi es conocido tanto como el pueblo de las cuevas como por el pueblo de las brujas. En su centro histórico se entremezclan los palacios y otros edificios de interés con la arquitectura popular.
La iglesia parroquial de la Asunción, el palacio Dutaria (que alberga hoy el Museo de las Brujas) y sus cuevas son algunas de las visitas que debes realizar. De hecho, hay un paseo que une las cuevas más interesantes (Urdax, Zugarramurdi y Sara).
Sus cuevas no contienen estalactitas, estalagmitas o pinturas rupestres. Lo interesante de ellas es que, hasta el siglo XVII, albergaba aquelarres, danzas y hogueras. La belleza de este lugar, con caseríos blancos y un exuberante verde natural, convierte a Zugarramurdi en uno de los pueblos de Navarra más bonitos.
Olite y su castillo
Olite es un precioso pueblo medieval de calles empedradas, edificios nobiliarios y magníficas iglesias. Un conjunto histórico que está rematado por un imponente castillo de enormes torres y maravillosas estancias y jardines que podrás visitar.
El castillo, oficialmente Palacio Real de Navarra, fue construido en el siglo XVI por orden del rey navarro Carlos III El Noble. Muy pronto lo convirtió en la residencia de la Corte del Reino de Navarra. Sus impresionantes torres y murallas dan hoy buena cuenta del esplendor que tuvo.
Un paseo por el centro histórico de Olite te llevará a conocer las iglesias de San Pedro o Santa María. Pero también las plazas de Teobaldos y de Carlos III, el Museo del Vino o las antiguas murallas romanas. Uno de los pueblos de Navarra con más encanto.
Puente la Reina, naturaleza y fuertes militares
Puente la Reina toma su nombre de su popular puente románico del siglo XI y en el que se unen dos importantes senderos del Camino de Santiago. Este puente sobre el río Arga conduce al centro histórico de este pueblo en plena ruta jacobea.
El puente románico tiene 110 metros de longitud y está formado por 6 arcos de medio punto. Lleva este nombre porque se cree que fue Doña Mayor, reina de Navarra y esposa de Sancho III El Mayor, quien lo mandó construir con una torre en uno de sus extremos para controlar el paso.
Ya en el interior del casco antiguo, podrás visitar la Plaza Mayor porticada, sus casas palaciegas y medievales, recorrer el Paseo de los Fueros, pararte frente al Monumento del Peregrino y visitar las iglesias de Santiago, el Crucifijo, San Pedro Apóstol o el Convento de los Trinitarios.
Estella, una ciudad-pueblo encantadora
Al igual que Puente la Reina, Estella es uno de los pueblos de Navarra que tiene una enorme relación con el Camino de Santiago. Su centro histórico, plagado de casas nobiliarias, iglesias y palacios de todos los estilos, le ha valido ser reconocida como la Toledo del Norte.
Un enclave que destaca también por su famosa judería, que envuelve toda la ciudad. En este paseo por el casco viejo hay que visitar la iglesia de San Pedro de la Rúa, con su magnífico claustro del siglo XII en el interior, el Palacio de los Reyes de Navarra del siglo XII y la iglesia de San Miguel.
Pero el centro de Estella también te mostrará reminiscencias de su pasado carlista. Especialmente con los palacios de los Eguía y de los Ruiz de Alda y, sobre todo, con el del Gobernador que, en la actualidad, alberga el Museo del Carlismo.
Roncesvalles y el Camino de Santiago
El último de los pueblos de Navarra que te recomendamos visitar es Roncesvalles. La historia y leyenda que rodea a este enclave es única en el norte español. Situado en los Pirineos navarros, es un pueblo que impresiona a cualquier viajero por su legado artístico y monumental.
Aquí se pueden visitar la Colegiata de Roncesvalles de finales del siglo XII, la Capilla de San Agustín y su sepulcro del rey Sancho VII El Fuerte, la Capilla del Sancti Spiritus o Silo de Carlomagno y la iglesia de Santiago o iglesia de los Peregrinos.
El Camino de Santiago que parte, precisamente, desde Roncesvalles es una de las vías de peregrinación más transitadas. Desde aquí hasta Santiago de Compostela hay aproximadamente 750 kilómetros. Un recorrido que se inicia rodeado de misticismo en uno de los pueblos de Navarra más históricos.